jueves, 15 de abril de 2010

De como el periodismo desinforma


En los periódicos y en los noticieros televisivos se cocina de muy mala manera, pero nuestra sociedad devora el alimento basura con total algarabía. Y con la mayor impunidad. No hay inspección sanitaria informativa, ni a los telediarios se les exige una etiqueta en la que se indiquen sus ingredientes o su elaboración, nada garantiza que la dosis de noticias que tomamos haya sido contrastada adecuadamente. Así lo interpretaba la profesora de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos.
¿Cuántos productos informativos conocemos que las autoridades hayan retirado del mercado debido a su mala calidad? La mayor parte de las noticias que nos llegan se elaboran resumiendo, sin crítica y sin contrastarlas, algo que una fuente interesada ha contado a los periodistas. Es decir, el periodista –generalmente muy mal pagado, no especializado, con gran presión de tiempo y un contrato precario, temeroso de perder su puesto de trabajo- va a un lugar al que le ha citado alguien que tiene interés en hacer saber algo, toma nota de lo que le cuentan, con frecuencia no puede preguntar, resume lo más llamativo y fácil de entender y con eso elabora la noticia. Si es mentira, no lo sabrá ni tendrá tiempo de comprobarlo antes de que la noticia se emita. Sólo en la comunidad autónoma andaluza las televisiones locales recibieron una inspección de trabajo y de un total de 145 casos encontraron 61 incidencias: trabajadores sin inscripción y alta en la seguridad social, falsos becarios, falsos autónomos... La inspección se realizó gracias a la presión de las organizaciones de periodistas de Andalucía y es pionera y única en España. Nada invita a pensar que el panorama en las grandes cadenas sea diferente.
Recordemos que el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) establece el derecho a “recibir informaciones y opiniones”.
“Desde que está considerada como una mercancía, la información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad o el error. Ahora se rige por las leyes del mercado.
En EE.UU
El 51 por ciento de los estadounidenses creía, poco antes de la invasión de Iraq, que Sadam Hussein había participado “personalmente” en los atentados del 11-S contra EE.UU, según reveló un sondeo de la cadena de televisión CNN y el periódico USA Today de marzo de 2003. Y meses después de empezada la guerra todavía quedaba quien creía que existían armas de destrucción masiva en el país árabe. Dos sondeos elaborados en el año 2006, uno de Los Angeles Times/Bloomberg y el otro de New York Times/CBS News, mostraron que la mitad de la población estadounidense era incapaz de adquirir, procesar y comprender información.
En Argentina
En nuestro pais sucede lo mismo, diariamente podemos observar que en los noticieros, intercalan entre asesinatos, secuestros, y robos entre otros, informacion sobre personajes mediaticos como por ejemplo: Riquelme, sin codigos, se pelea con Palermo y se quiere levantar a la novia de Mouche", (Que pelotudez) o "Guido Suller se tiño el pelo de rojo" y a mi que mierda me importa si se pelearon los representantes de Sulma Lovato!!!...Es asi...¡inveciles!.
Hay muchas noticias, hay gente que lucha dia a dia para vivir, organizaciones que hacen el bien, hay represion, hay tanto que no nos cuentan.
Viva el periodismo independiente, aquel que no tiene porque callarse, y sus intereses son reales.

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